Los envases de plástico para alimentación están en todas partes. Desde el supermercado hasta las empresas de comida rápida. Vivimos rodeados de la mayor oferta de la historia de alimentos listos para su consumo.
Su envasado sirve para garantizar la calidad y seguridad alimentaria de los consumidores.
Pero, si nos fijamos bien, hay una variedad enorme en este tipo de recipientes. Los que contienen productos cárnicos crudos no tienen nada que ver con los que conservan platos precocinados.
Incluso, dentro de la industria alimentaria hay otros muchos materiales, como el aluminio y el cartón.
¿Qué material es más interesante para el consumidor?
Vamos a ver qué diferencias hay entre unos y otros, así como conocer qué hay que tener en cuenta para elegir el mejor envase.
Requisitos de los envases plásticos para alimentación
Desde la Unión Europea se están dando pasos determinantes para generar un consumo responsable en nuestro día a día. Y esto está condicionando el tipo de materiales que se pueden utilizar en la industria.
Todos sabemos que es necesario cuidar nuestra salud y a nuestro querido planeta. Por eso, remamos en la misma dirección. Pero es cierto que estas medidas han condicionado a algunas empresas a la hora de fabricar productos aptos para uso alimentario.
Este es el caso de los platos, vasos, cubiertos…
Desde 2021 no están permitidos este tipo de productos de plástico un solo uso. La idea es fomentar el uso de sus equivalentes reutilizables o de otros desechables, como los cubiertos fabricados con almidón de maíz.
Una de las alternativas preferidas por los fabricantes es el uso de plásticos reciclados como el rPET.
De cualquier manera, sea plástico, cartón o maíz, cualquier material que esté en contacto con los alimentos debe cumplir con una serie de requisitos para garantizar la seguridad alimentaria.
Y, por supuesto, la experiencia del consumidor.
Veamos cuáles son y qué limitaciones tienen.
¿Qué requisitos sanitarios deben cumplir los fabricantes de envases de plástico para uso alimentario?
Todos tenemos claro que la salud debe estar por encima de cualquier otra necesidad o valoración sobre estos recipientes y utensilios para la comida.
Pero, para ser precisos, vamos a ver cuáles son los requisitos que deben cumplir los contenedores de comida y bebida.
Seguridad alimentaria
Las garantías sobre la seguridad alimentaria para los compradores deben ser indiscutibles.
Y eso implica asegurar al consumidor que los alimentos no han sido contaminados durante el proceso de fabricación y envasado con ninguna sustancia que pueda dañar su salud.
Además, se debe informar sobre si es apto para congelador o microondas.
Como la composición de los distintos materiales influyen en sus posibilidades de uso, hay un reglamento específico para cada uno de ellos, desde una bandeja a la tapa de cada recipiente.
Da igual si se trata de embalajes para carne cruda, líquido o una tarrina de mantequilla. La seguridad alimentaria debe estar garantizada siempre.
En ese sentido, el uso de envases de plástico reciclado para alimentación ofrece todas las garantías que recoge la normativa.
Una prueba de ello es la apuesta desde Europa por los plásticos reciclados como el rPET.
Este material ofrece una tranquilidad total al consumidor gracias a que no transfiere ningún tipo de sustancias a los alimentos.
Protección del producto
Otro punto indiscutible es que el producto debe estar perfectamente aislado del medio para evitar que se deteriore o se contamine con otras sustancias o sea atacado por agentes externos.
Los recipientes plásticos cumplen de sobra este requisito.
Aunque no podemos decir lo mismo de las cajas de cartón. Ya que su uso para los refrigerados que tenemos que guardar en la nevera es muy limitado. El cartón es un material débil al que le afecta mucho la humedad. Al contrario que los materiales como el rPET, que resisten la humedad sin alterarse lo más mínimo.
Información al consumidor
Los envases alimentarios aptos para alimentos permiten proporcionar toda la información esencial para el consumidor. Además, aquellos que están fabricados con plástico ayudan a presentarlo de una forma atractiva. De manera que resultan mucho más apetecibles en el lineal de compra.
Esto es debido, entre otras cosas, a que el comprador puede ver el estado del producto en los embalajes transparentes.
El etiquetado es sencillo y permite al consumidor comparar tanto la información nutricional como el aspecto del producto en sí.
Vida útil
El punto anterior va totalmente ligado a este. Nos referimos a la capacidad del embalaje de permanecer intacto y no deteriorarse frente a la humedad. Eso hace que se alargue o se acorte la vida útil de los alimentos.
Es obvio que, si el envase se deteriora, es más probable que el alimento se eche a perder antes. Y si el envase no es transparente, además, es más difícil de detectar.
¿Cómo se fabrican los envases de plástico para alimentación?
Los fabricantes de envases de plástico deben cumplir con todos los requisitos anteriores. Y, para eso, son importantes tanto los materiales utilizados como los procesos de fabricación.
Vamos a ver cuáles son los materiales más habituales y cómo se fabrican.
Materiales plásticos más utilizados
El HDPE es uno de los más populares por su uso para fabricar botellas de leche y bolsas de cierre hermético entre otros. Es el mejor material para almacenar los alimentos durante largos periodos de tiempo. Y esto es gracias a que es uno de los más inertes y seguros.
El LDPE es muy común en bolsas de alimentos congelados.
El PET se suele encontrar en botellas de agua y de refrescos, vasos de plástico y tapers de comida para llevar. Es el material que utilizamos principalmente para las bandejas de plástico para alimentos.
Y el polipropileno, habitual en alimentos precocinados y/o preparados, entre otros factores, porque es un material apto para microondas.
Todos ellos son reciclables y ofrecen las garantías necesarias de seguridad alimentaria antes y después del reciclado.
Procesos de fabricación de envases de plástico reciclado
El proceso empieza en nuestros hogares al separar los residuos y continúa en las plantas de reciclaje.
Una vez separados, limpiados y fundidos en la planta, se preparan en pequeñas bolitas llamadas granza.
Con la granza se fabrican láminas de plástico a las que se les aplica un procedimiento de termoconformado. Consiste en pegar la lámina a un molde con la forma del envase y aplicarle presión y/o vacío en caliente para que adquiera su forma.
Con esta técnica se pueden fabricar todo tipo de recipientes para la venta de alimentos.
Ahora que conoces los requisitos que deben cumplir los envases de plástico para alimentación, puedes liberarte de las dudas a la hora de comprar en el supermercado o cuando vayas a vender tus propios productos.