Aprende a diferenciarlos para conocer su reciclabilidad
Hace unos años, identificar los envases de plástico reciclado a la hora de comprar no era de interés para los consumidores. Pero cada vez son más los compradores que valoran a las marcas comprometidas con el medio ambiente. Y, para muchos, decanta la decisión entre dos marcas.
Todos conocemos el símbolo que nos dice si un envase se puede reciclar . Son las clásicas flechas formando un triángulo.
Pero muchas personas no saben que, si ese símbolo aparece dentro de un círculo, una parte de los materiales ya ha sido reciclada.
Aunque, lo cierto es que la mayoría de empresas que utilizan materiales con una segunda vida lo publicitan abiertamente y se preocupan por dejarlo muy claro. Forma parte de su estrategia de marketing.
¿Qué envases son reciclables?
Desde las bandejas de plástico, pasando por los tapones de las botellas y las propias botellas de agua, botes de detergente… Nuestro carrito de la compra está cargado de ellos.
Y, aunque todos nos podemos guiar por el triángulo de flechas que indican que es reciclable, también veremos que algunos componentes de esos envases se deben tirar al contenedor de basura orgánica en lugar del amarillo.
Vamos a verlo por partes.
¿Qué tipo de plástico se puede reciclar?
Hay muchos tipos. Algunos se pueden reciclar y otros no. Por eso, es importante fomentar el uso de los primeros.
Pero, ¿cuáles son los que tienen más de una vida?
Sobre todo, los que se usan para las bandejas de plástico alimentarias y botellas fabricadas para bebidas y líquidos (zumos, refrescos o aceites). El material plástico con el que se fabrican se llama PET y es el más fácil de reciclar. Cuando pasa por este proceso se identifica como rPET.
También es muy común el HDPE, utilizado para las botellas de leche y otros líquidos de gran volumen, ya que es bastante rígido y resistente.
El LDPE destaca por su ligereza y es habitual en botellas de agua y bolsas.
Los vasos de los yogures y las antiguas pajitas (prohibidas por normativa europea desde 2021) están fabricados en polipropileno. También utilizamos este material para la fabricación de envases aptos para microondas debido a su resistencia a altas temperaturas.
Todos ellos, son reciclables.
Aunque, si en algún momento tenemos dudas y no sabemos dónde tirar un determinado plástico, el triángulo de reciclado nos dará la respuesta. Al menos en parte.
Una vez que lo identifiquemos, ya sabemos que lo mejor que podemos hacer desde casa es separarlo de la basura orgánica. De este modo, podrá tener una nueva vida.
Así que no hay excusas para no contribuir con el medioambiente. Es tan fácil como tirarlo al contenedor amarillo.
Todos sumamos a la hora de cuidar la sostenibilidad de nuestro planeta.
Por eso, desde Europa tienen un objetivo muy claro: desarrollar un sistema de economía circular que recupere el 90% del plástico de las botellas y envases, eliminando aquellos de un solo uso.
¿Cómo se reciclan los envases de plástico?
Seguramente te habrá preguntado qué ocurre con los envases de plástico cuando los tiras al contenedor amarillo.
A menudo se oyen voces que dicen que no sirve de nada porque ven cómo se vacían todos los contenedores en el mismo camión de recogida de basura. Ante esto, tenemos que aclarar que este tipo de camiones están compartimentados por dentro. Por eso pueden recoger en el mismo momento todos los desechos.
Es más, hacerlo así es más eficiente por motivos obvios.
Una vez que se llevan los residuos a la planta de reciclaje comienza el proceso de selección.
¿Cómo se les da una nueva vida?
Para empezar, se abren las bolsas y se trasladan todos los restos en una cinta transportadora.
El segundo paso es la entrada en un túnel con grandes imanes que hacen la primera separación. Recuerda que en el contenedor amarillo también se desechan recipientes metálicos.
El resto de residuos se pueden separar y clasificar a mano o de forma automatizada. Depende de la tecnología disponible en la planta de reciclaje.
En este punto, se agrupan los distintos tipos. Los yogures no tienen el mismo material que las botellas de agua o las bandejas alimentarias y tienen que ser tratados de forma independiente.
Una vez ordenado, cada tipo de plástico se tritura, se lava y se extrusiona para conseguir unas tiras que pueden cortarse para formar la granza. Son unas bolas pequeñas que se almacenan listas para fundirse y fabricar nuevos productos para los consumidores.
¿Qué limitaciones hay a la hora de reciclar el plástico?
La inversión no es un problema a la hora de reutilizar los envases y favorecer una economía circular con ellos. Y esto es porque el reciclado es más económico que el virgen.
Aunque todas las reglas tienen excepciones, claro está. Y durante la pandemia de 2020, debido a la bajada del precio de los barriles de petróleo, resultaba más caro reciclar que fabricar desde cero.
Afortunadamente, esta tendencia duró poco. Y reutilizar este derivado del petróleo vuelve a ser más barato que producirlo de nuevo.
Eso sí, la capacidad para destruir y recomponer el plástico es limitada.
De media, se estima que los envases reciclados y reciclables pueden pasar por este proceso unas 20 veces. A partir de ese momento, pierden resistencia y calidad. Aunque este número puede variar en función de distintos factores. Esta limitación hace que surja la duda de qué hacer con los recipientes que sufren el deterioro de todos estos procesos.
Pero la industria ha descubierto una forma de alargar sus ciclos de vida aún más.
Para eso, pasado cierto número de ciclos, se mezcla con material virgen. Por eso puedes ver en algunos embalajes que tienen un porcentaje de plástico reciclado.
¿Cuáles son los tipos de plástico que no se pueden reciclar?
Es muy útil seguir los símbolos indicativos del reciclado. Pero hay algunas excepciones que no solemos conocer.
Y es que, algunos componentes de plástico no pueden tirarse al contenedor amarillo.
Uno de los casos más habituales es el de las tapas de los yogures, debido a su complejidad en la composición. Así que deben ir al contenedor marrón.
Como ellas, tampoco podemos reciclar e otras piezas de plástico como cepillos de dientes, mangueras de goma o juguetes.
Recuerda: al contenedor amarillo, sólo envases de plástico y latas.
¿Se puede reciclar los bioplásticos?
Otra de las tendencias que existen en busca de materiales más ecológicos ha sido la aparición de los bioplásticos o plásticos biodegradables.
A diferencia del plástico, este tipo de materiales no se fabrican a partir de recursos fósiles como el petróleo. La materia prima de estos bioplásticos son fibras forestales como el bagazo de caña de azúcar o incluso a partir de maíz.
Sin embargo, a pesar de su capacidad de degradarse más fácilmente, los plásticos biodegradables no pueden ser reciclados.
Y es esta característica, unida a los altos consumos de agua necesarios en su proceso de fabricación y de la alta energía que necesitan, lo que hace que, desde un punto de vista de sostenibilidad global, los bioplásticos constituyan actualmente el material de envase alimentario menos sostenible.
Si quieres profundizar un poco más sobre la sostenibilidad de los distintos materiales utilizados en envases alimentarios, te invitamos a que descargues nuestro estudio.