Día a día recibimos distintos mensajes en contra del uso del plástico, sugiriéndonos que, como consumidores, optemos por otro tipo de materiales cuya imagen es más “verde” y que, a priori, parecen más sostenibles.
En el caso de los envases alimentarios, esos que usamos a diario y que llenan nuestros cubos de basura, ¿el plástico es la opción más sostenible?
La respuesta no es sencilla, ya que el plástico es un material que tarda en descomponerse y su uso excesivo, asociado a una mala gestión de los residuos, ha generado una alarma social en todo el mundo. Sin embargo, hay soluciones eficaces que hacen que el uso de plásticos sea actualmente el material más sostenible, como son los plásticos reciclados.
El plástico reciclado es un material que se obtiene a partir del reciclaje de plásticos usados. Este proceso consiste en recolectar, clasificar y procesar los plásticos usados para fabricar nuevos productos.
El uso de plásticos reciclados tiene múltiples beneficios, entre ellos, la reducción del impacto ambiental y la optimización de los recursos naturales.
En comparación con otros materiales como el cartón o las fibras vegetales, el uso de plásticos reciclados es actualmente la solución óptima para la fabricación de envases sostenibles.
Mínimo impacto ambiental
Si analizamos el ciclo de vida de un envase alimentario vemos claramente que el plástico reciclado rPET representa la opción más sostenible en comparación con sus materiales homólogos. Las emisiones implicadas en su fabricación y transporte son significativamente inferiores, no requiere ni contamina otros recursos como el agua y si, además, lo reciclamos, esos envases se convierten en nuevos productos, cerrando el círculo.
Mayor eficiencia energética
El proceso de fabricación de envases plásticos utiliza menos energía que la fabricación de envases de cartón y/o con fibras vegetales. El reciclado del plástico no requiere la extracción de nuevos recursos naturales, minimizando la energía necesaria en la producción. Además, el uso de plásticos reciclados reduce la cantidad de residuos que se generan, lo que significa que se reduce la cantidad de energía que se utiliza para gestionar estos residuos.
Los datos lo demuestran
Recientemente, la consultora estratégica global Mckinsey & Company ha publicado el estudio “Climate Impact of Plastics” y sus conclusiones son muy claras.
El estudio determina que las soluciones de plástico tienen menores emisiones de gases de efecto invernadero que los materiales alternativos en 13 de las 14 aplicaciones evaluadas.
El uso de plástico frente a sus materiales alternativos aporta un beneficio de entre el 10 % al 90 % menos emisiones que las alternativas más cercanas.
Esto incluye impactos indirectos en la cadena de valor, como:
- El ahorro de combustible en la fabricación de vehículos más livianos.
- El menor consumo de energía en casas aisladas con poliuretano.
- La reducción del desperdicio alimentario al usar envases de plástico en lugar de papel parafinado.
Si excluimos los impactos indirectos y solo comparamos las emisiones directas del ciclo de vida puerta a tumba (producción, transporte minorista y disposición final), el plástico tiene el impacto más bajo de emisiones en 9 de las 14 aplicaciones.
Principalmente es debido a que la producción de plástico es menos intensiva en energía que otros materiales (el PET en comparación con el aluminio), y porque el plástico es mucho más eficiente en peso (comparando el PET con el vidrio).
¿Todavía tienes dudas?
Te invitamos a que descargues el Estudio sobre el Análisis del Ciclo de Vida de los Envases. En ese informe, verás como objetivamente se hace un análisis pormenorizado de los distintos indicadores o categorías de impacto medioambiental durante todo el ciclo de vida de un envase.
Los datos son concluyentes, el plástico reciclado rPET se reafirma como el material para la fabricación de bandejas alimentarias más sostenible.
Conclusiones
En conclusión, aunque el plástico es un material que ha generado preocupación por su impacto ambiental, el uso de plásticos reciclados es, sin embargo, la solución más sostenible para la fabricación de envases.
Por ello, si quieres contribuir al cuidado del planeta, no dudes en elegir alimentos envasados con plástico reciclado, haciendo un uso responsable de los mismos. Si los reciclas en el contenedor amarillo, cerrarás el círculo para que se conviertan en nuevos envases útiles.