Cada vez hay más preocupación por la seguridad alimentaria de los envases plásticos reciclados. Porque lo cierto es que el mercado está encaminado a reducir la producción de nuevos envases de plástico con material virgen y sustituirla por materiales reciclados, dando así una nueva vida a los que ya no sirven.
Pero esta tendencia a integrar los plásticos en una economía circular que beneficie a la industria y al medio ambiente atrae ciertos temores.
¿El uso de envases plásticos reciclados es seguro para la conservación de los alimentos?
Acompáñanos para conocer la respuesta.
¿Qué es el plástico de uso alimentario?
Aunque no hay un único tipo de plástico destinado al uso alimentario, podemos decir que todos los materiales en contacto con alimentos tienen que cumplir una serie de requisitos mínimos.
Y es que cualquier plástico no es apto para contener comida o bebida.
En la industria, existe una numeración para la clasificación de materiales plásticos, que van del 1 al 7.
Entre ellos, los números 1, 2, 4 y 5 son adecuados para la conservación de alimentos, mientras que el resto están prohibidos en la industria alimentaria salvo algunos plásticos multicapa (barrera a gases EVOH, capas de PET/PE, etc.) que se clasifican con el número 7 y son perfectamente adecuados para el contacto con alimentos.
Pero, ¿a qué se debe esto?
Básicamente, que los números 1, 2, 4 y 5 son seguros para la salud de los consumidores, pero los números 3, 6 y 7 contienen sustancias tóxicas que nos ponen en peligro.
Para que un material plástico forme parte de este grupo exclusivo que cuida de nuestra salud tiene que cumplir una serie de requisitos:
- Debe ser un material inerte.
- No puede ser poroso.
- Debe tener la resistencia suficiente para no deteriorarse con facilidad.
- La comodidad de limpieza y desinfección es imprescindible.
- No puede transferir sustancias nocivas ni ningún tipo de contaminación o toxicidad a los alimentos.
Los plásticos que cumplen con estos puntos tienen muchas ventajas para la industria alimentaria.
Y es que los plásticos válidos para uso alimentario nos hacen la vida más cómoda porque nos permiten:
- Calentar los envases a altas temperaturas.
- Congelar.
- Lavarlos y desinfectarlos de forma segura para darles un nuevo uso.
- Refrigerar los alimentos durante varios días en el frigorífico.
- Aplicar gran cantidad de diseños y formatos adaptados a cada fabricante.
- Evitar el escape de líquidos fuera del envase.
- Tener una nueva vida tras un proceso de reciclado.
Pero, como decíamos al principio, hay muchos tipos de plástico aptos para almacenar y transportar comida. Y entre todos ellos, ¿hay alguno mejor que el resto?
No hay una respuesta válida para todos los alimentos. Por eso, vamos a ver cuáles son los mejores plásticos para conservar comida y qué los diferencia.
¿Cuáles son los plásticos más seguros para guardar alimentos?
El PET o tereftalato de polietileno, es uno de los materiales plásticos más extendidos entre las empresas que apuestan por la economía circular.
Sus características y la facilidad de reciclado hacen que se use mucho para almacenar bebidas y toda clase de líquidos, como el aceite o la leche embotellada.
También es muy común el PP o polipropileno. Es un plástico fino y opaco muy utilizado para envases de platos microondables.
Y, para terminar con los más extendidos, tenemos el poliestireno expandido. Suele ser de color blanco y se emplea de forma habitual en envases de alimentos como la comida rápida.
Economía circular y uso de plástico reciclado en alimentos, ¿es una práctica segura?
El uso de los plásticos reciclados en la industria alimentaria está tan extendido, por varias razones entre las que destacan:
Su versatilidad, la comodidad de uso y por la seguridad que ofrecen.
Pero es indudable que la producción masiva y descontrolada de este tipo de envases para alimentos produce un gran impacto sobre la salud de nuestro planeta.
Por eso, apostamos por el reciclado de plásticos para los alimentos sólidos y líquidos.
Así, hacemos más sostenible la producción de envases al tiempo que garantizamos la comodidad y seguridad alimentaria de los vendedores y consumidores.
¿Es posible garantizar la seguridad alimentaria en envases de plástico reciclado?
La Comisión Europea lo vio claro en 2018 cuando decidió poner en marcha su estrategia de regulación del sector del envasado alimentario.
Era importante apostar por una economía circular que cuidara del medio ambiente al tiempo que garantizara la seguridad de los consumidores.
La idea era encontrar un equilibrio entre la utilidad innegable de los envases de plástico en el día a día de las personas mientras se garantizaba la calidad de lo que comemos.
Por eso, la Comisión Europea, tomó medidas para animar a los fabricantes a utilizar plásticos reciclados. De esa forma, la proporción de materiales con una nueva vida aumentará en 2025 hasta 10 millones de toneladas.
Para eso, es importante poner el foco en el proceso de reciclaje.
Es necesario que garantice la calidad en todo el recorrido de cada envase y que no se produzca la contaminación de los que van a destinarse a uso alimentario.
¿Qué es la EFSA y cuál es su función?
La EFSA es la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria.
Su misión es analizar y dar pautas concretas para el uso de cada tipo de envase destinado a la conservación y distribución de alimentos.
De esta forma, los fabricantes pueden controlar y aplicar los procesos más seguros durante el reciclado de los distintos tipos de envase.
Como has podido comprobar, la seguridad alimentaria en el uso de envases plásticos reciclados está asegurada por organismos tan serios como la Comisión Europea.
Por eso, los fabricantes de este tipo de embalajes nos tomamos muy en serio garantizar la calidad de nuestros productos para la conservación de alimentos. Somos conscientes de nuestro papel en el cuidado de la salud de la población y del medio ambiente.